Después de la menopausia, el cuerpo disminuye gradualmente la producción de hormonas importantes, como el estrógeno y la progesterona. La disminución de los niveles de estrógeno suele ser un factor determinante de los problemas de salud del corazón después de la menopausia. Esto se debe a que el estrógeno juega un papel importante en la flexibilidad de la parte interna de las paredes arteriales. Los cambios en los niveles de estrógeno y progesterona influyen en la respuesta de las células a la insulina. Por este motivo, su reducción o modificación puede provocar fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre. Además, la menopausia también afecta la frecuencia cardíaca. Esto se debe a que las obstrucciones causadas en las venas por cambios hormonales modifican la circulación sanguínea. Si nunca ha tenido diabetes o niveles altos de glucosa en sangre, es importante mantener un control básico. Para ello, basta con realizar una revisión semestral.
La llegada de la menopausia puede afectar a la salud cardiovascular. Por eso es importante vigilar el corazón femenino al llegar a esta etapa. En especial cuando el inicio de la menopausia llega antes de los 45 años, lo que los especialistas llaman menopausia prematura.
La cardióloga, directora médica del Hospital Universitario Móstoles (Madrid) y miembro del Comité de Expertos de la Fundación Española del Corazón, Nieves Tarín aseguró que, aunque es del todo correcto, los factores de riesgo más importantes y causales de las enfermedades cardiovasculares son los hombres y mujeres comunes: Tabaco, diabetes, hipercolesterolemia e hipertensión. También es cierto que existen diferencias biológicas fundamentales en la mujer, que modifican el riesgo de primera aparición y manifestación de la enfermedad cardiovascular.
En las mujeres, la menopausia prematura (que ocurre antes de los 45 años) se asocia con la aparición temprana de eventos cardiovasculares. Puede ocurrir de forma espontánea o durante una cirugía (extirpación de los ovarios) y está relacionada con los siguientes factores:
• Edad de la primera menstruación (menarca)
• No haber tenido hijos
• Bajo índice de masa corporal
• Riesgos ambientales como el hábito de fumar cigarrillos
En de septiembre del 2016, la conocida revista JAMA Cardiology publicó un metaanálisis en el que destacaba la relación entre la menopausia (envejecimiento reproductivo) y el envejecimiento cardiovascular. En este trabajo, los investigadores holandeses revisaron 32 estudios en los que participaron más de 300.000 mujeres. Los investigadores compararon a mujeres menores de 45 años al comienzo de la menopausia con mujeres de 45 años o más. En general, al inicio de la menopausia, las mujeres menores de 45 años parecen tener un 50% más de riesgo cardiovascular. La menopausia precoz también aumenta el riesgo de muerte cardiovascular y muerte por cualquier causa. A pesar de estos datos y tendencias, el estudio no logró mostrar una asociación entre la menopausia y el riesgo de accidente cerebrovascular.
Este estudio solo encontró una asociación entre la menopausia temprana y el riesgo cardiovascular y el riesgo de muerte, no la causalidad. Por eso, es muy importante que las mujeres comprendan esta realidad para fortalecer las siguientes medidas preventivas:
• No fumar
• Llevar una dieta sana
• Hacer ejercicio físico regular
• Controlar las cifras de glucosa, tensión arterial y colesterol.
• Comer frutas y verduras, cereales Integrales, productos lácteos bajos en grasas, aves, pescado y frutos secos, además de limitar la ingesta de carnes rojas, así como la de alimentos y bebidas azucarados.